Iniciamos hoy nuestra actividad en el blog con uno de los trabajos en los que más tiempo y esfuerzo hemos invertido. Un trabajo muy especial en el que se combinan la artesanía de nuestras restauraciones y el mejor de los lacados. Este es un trabajo de restauración que mantiene la esencia y la personalidad que dan mantener las puertas originales en una vivienda rehabilitada. En esta entrada queremos mostrar cuáles fueron los pasos de nuestro trabajo para conseguir el resultado deseado.
Como se puede observar en las fotografías, el estado en el que se encontraban las puertas no era el idóneo. La pintura estaba muy deteriorada, los cristales no eran seguros y la madera había empezado a abrirse. El aspecto era viejo y sucio. Era totalmente necesario substituir los cristales, eliminar por completo la pintura antigua, reparar los desperfectos de la madera y aplicar una nueva laca.
Una vez desmontadas todas las puertas el trabajo empieza por quitar todos y cada uno de los cristales antiguos. Este es un trabajo que requiere de paciencia y delicadeza ya que los cristales como estos, con tantos años, se rompen con mucha facilidad.
El segundo paso está dedicado a la completa eliminación de la pintura antigua, por dos motivos. El primero es poder observar de forma clara los posibles desperfectos en la madera que pudieran estar tapados por la pintura. El segundo de los motivos tiene que ver con el acabado final. La madera debe estar limpia para que, a la hora de lacarlas de nuevo, la pintura nueva no reblandezca la vieja y el acabado sea perfecto.
Una vez limpia la puerta por completo, el siguiente paso es iniciar el lacado, dándole tantas manos de imprimación como sean necesarias. Una vez seca, los desperfectos se verán mucho mejor y se podrán reparar con facilidad.
Y ese es el siguiente paso, sellar y masillar todas y cada una de las grietas, agujeros, golpes y desperfectos que se presenten. Una vez seca la masilla solo queda lijar y preparar la puerta para su acabado final.
Una vez la laca esté totalmente seca el último paso es colocar los cristales nuevos.
Por lo que respecta a los marcos, el tratamiento que se les da es el mismo: eliminación de la pintura antigua, reparación de desperfectos, substitución de piezas rotas y aplicación del nuevo lacado.
Una vez las puertas y los marcos están acabados, solo queda montar de nuevo y ver el resultado final.
En los siguientes enlaces podréis acceder a todas las fotografías de este trabajo.
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Youtube –> https://www.youtube.com/watch?v=n1lH_322wGY